23 junio, 2016

Bloque 1 Revisado

     Bloque 1   Actividad 1 Corrección

Elegí este libro por sugerencia de una pequeña lectora de ocho años. Al hojear sus páginas y leer la  aventuras de  Lucía y su hada madrina,  Roberta, pensé que era acertado trabajar con una   divertida y tierna historia que   entretiene  y hace disfrutar al lector con la  sencillez de sus rimas. La autora  describe situaciones cotidianas dejando lugar a reflexionar sobre cuestiones espinosas. Creo que este breve relato  tiene todos los ingredientes para atraer la atención de  niños entre 8 y 9 años y atraparlos en la narración.
De la autora, Carmen Gil Martinez, sabemos que es española, nacida en la Línea de la Concepción en 1962  y vive en Huelva. Se dedica a enseñar y escribir para niños y hace teatro, títeres, cuentacuentos, magia. También escribe poesía. Ha publicado veinticinco libros y creado una revista digital que se puede consultar en  www.poemitas.com/cosicosas.htm  Otras obras suyas son Historia de una cucaracha (2012), Granada. Un recorrido en pictogramas (2011),  Ana Frank (2000), Cleopatra (2000), John Lennon (2000),  Teresa de Calcuta (2000)   
Del ilustrador, Pep Brocal, sabemos que es español, nacido en Terrassa en 1967, licenciado en Bellas Artes con especialidad en pintura. Se dedica profesionalmente a dibujar en publicidad, prensa, juegos audiovisuales, cómic infantil y a ilustrar libros infantiles.


Del análisis  bibliográfico obtenemos los siguientes datos, la obra se llama  El hada Roberta y la   primera edición es  de 2006. Por lo tanto, la obra tiene ya las características del nuevo concepto  en literatura surgido a partir de los años 90 en el que el lector se identifica con los personajes  y se siente protagonista de la historia que es cercana a su edad y a su evolución psicológica.
El libro es parte de la colección Jóvenes lectores de la editorial Bambú, que pertenece al sello de Editorial Casals, S.A.  y está sugerido, como se lee en la contraportada,    para  niños de entre 8-9-10-11 años.
Cabe hacer aquí una aclaración importante en  cuanto al desarrollo evolutivo de los lectores.  Sería necesario acotar el público al que está destinado sólo a lectores de entre 8-9 años ya que en el análisis de adecuación a los lectores encontramos elementos   característicos de esa etapa de desarrollo. Sabemos que para entonces el niño ha superado la etapa del pensamiento intuitivo, desarrollando el concepto de identidad individual  y su autoestima, hecho que se muestra en la historia con Lucía, la  niña protagonista,  quién tiene un bajo concepto de sí misma al inicio de la narración. Además, el lector, en ese período, puede entender la realidad con la ayuda de su imaginación y la idea de narración, que es lo que la obra sugiere al mezclar hechos de la vida cotidiana de Lucía, con el mundo de la fantasía, un hada madrina, Roberta.    A esta edad, el niño prefiere leer novelas cortas o cuentos sobre sus propios problemas, que le hablen de la importancia del individuo, como es el  caso, y aventuras del ambiente más cercano  como la familia, los amigos, la escuela, lo que está claramente reflejado en el libro. Asimismo,   es necesario que el pequeño lector pueda  identificarse con los personajes del libro y  todo debe estar expresado en  vocabulario  accesible. Esto también está logrado en la obra como se ejemplifica más adelante, con el uso de frases cortas y sencillas, sin vocablos abstractos o palabras usadas en sentido figurado.
En este momento evolutivo  puede distinguir opiniones distintas a la suya y puede separar pensamiento de percepción y acción, esto se ve en la percepción de la niña en cuanto a la relación con los demás y sus reacciones. Nuestra protagonista se interesa por temas realistas cuando se refiere a  la situación de los animales en el zoológico, donde van de excursión con su clase.
Según la editorial esta obra se cataloga dentro del  género  de relato breve fantástico y de humor. Encontramos elementos de la fantasía en el hada y su mundo,  y de humor en  diferentes momentos como por ejemplo cuando el hada dice que Caperucita roja es una engreída insoportable que presume de abrigo nuevo.  Ambos combinan a la perfección en esta etapa evolutiva ya que el niño es capaz de leer comprensivamente tanto ficción como fantasía.
Con respecto al formato, es un libro manejable, ligero, con un tamaño de tapas semi-rígida y ligeramente más grande que otros, que lo hace cómodo de sujetar,  de   21,5 cm x 15,0 cm y consta de   96 páginas.   No es demasiado extenso,  algo que es por demás atractivo en ésta edad.
En la portada encontramos un dibujo sencillo y  colorido,  de una diminuta hada apoyada sobre la nariz de una  niña, de la que sólo se ve su cara dibujada de perfil.  Las demás ilustraciones son simples, en blanco y negro, de tipo cómic, que ocupan una página en cada capítulo, siempre se corresponden con el texto y están bien dosificadas, aportando aire fresco y representación visual de los hechos a la lectura. El hecho de no añadir color como  cabría esperar para esta etapa del desarrollo, no supone una desventaja ya que deja lugar a la imaginación y demuestra técnica artística.
En cuanto a la tipografía  vemos que la relación texto- imagen  corresponde a la capacidad de lectura de la edad. Las letras son grandes y están bien separadas. Esto lo hace atrayente a los ojos del lector de este grupo. También las  líneas están bien  espaciadas.  La primera frase o primeras palabras al  comienzo de cada capítulo se marcan en negrita.  Se entremezclan estrofas  y poesías con textos narrados.
Del contenido destacamos como tema principal la realización personal, la aceptación de sí mismo, tal y como  uno es. Sin duda, una vivencia por la que el niño de esta etapa pasa y de la cual debe salir fortalecido. Como temas secundarios podemos mencionar varios: la amistad, el aspecto físico, el éxito,  la dieta sana,  el sentimiento de no quererse o de sentirse no querido, los juegos y problemas típicos de los niños de la edad: fútbol, baloncesto, el no pertenecer al grupo. Otros temas también presentes podrían ser  la angustia, la responsabilidad, el respeto por los intereses de los demás.  Todos muy cercanos a la realidad del niño de 8-9 años.
El relato tiene una estructura simple y lineal, con un argumento completo de  introducción, nudo y desenlace, y destacando un desenlace rápido. Todo adecuado a la edad de los lectores  que  pueden  comprender fácilmente porque son capaces de  manipular ideas y a la vez recuerdan y organizan conocimientos. 
En la introducción conocemos a los personajes principales, Lucía, una niña agobiada por su baja autoestima, y a Roberta, su hada madrina, que la ayudará   a superar su desdicha. En el nudo vivimos las distintas experiencias por las que Lucía transita el camino del crecimiento personal hasta su superación.  El clímax llega cuando la tía Dora visita la clase de su sobrina y cuenta uno de sus cuentos en verso sobre una elefanta que quiere parecerse a una cebra y a un avestruz para ser bella sin darse cuenta que ella es bella tal y como es. En el desenlace encontramos una Lucía más segura de sí misma, dispuesta a enfrentarse a  cualquier reto y que no necesita ya de la ayuda de su hada madrina. 
Los personajes protagonistas de la historia son dos. El primero, Lucía Serrano una niña de 8 años, con un aspecto físico peculiar. La autora la describe como regordeta, con pecas y de pelo color zanahoria. La niña no se gusta como es, aunque hace muchas cosas buenas como comer  bien, comer   mucha    fruta y   verdura y  no   excederse con los  pasteles. Como a toda niña de su edad, le gustan los animales pero como a pocos,   le gusta el silencio y el olor a libros. Le encanta parecerse a su tía, que cuenta cuentos y está siempre de buen humor.
Desde un punto de vista más técnico el personaje es redondo, sufre una evolución en la historia.  Es un personaje positivo, con capacidad de adaptación, con el que cualquier niño de esa edad podría empatizar. La niña experimenta un proceso de maduración por el que  aprende a aceptarse  y entiende que cada uno es único e irrepetible con sus fortalezas y debilidades. Vemos como el personaje no es un arquetipo plano sino que comparte con el lector su estado madurativo, sus experiencias vitales y aprende a superarse. Encontramos aquí intereses comunes a los lectores de 8-9 años.
La niña protagonista, Lucía, ayuda a crecer  al lector porque es fácil sentirse identificado con ella,   que siente las mismas emociones que cualquier niño de esa edad, tristeza, soledad, aislamiento porque es diferente físicamente y tiene   intereses que no son tan frecuentes, pero que experimenta  alegría ante cualquier pequeño logro, como sentirse incluida en el grupo de fútbol.
 El segundo personaje protagonista es el hada Roberta. Una  pequeña hada, inquieta  y un poco despistada, de gran corazón y muy bondadosa, que comparte algunas características físicas con la niña: de pelo tieso y colorado, con pecas y  una gran sonrisa. El hada es novata, por lo que su inexperiencia la mete, a veces, en líos. Es  algo patosa. Aun así, es soñadora, muy responsable y feliz.
Este también es un personaje redondo porque es capaz de superar con éxito la primera tarea de responsabilidad que le asignan, que es lograr  que Lucía sea una niña feliz consigo misma.
Entre los personajes secundarios encontramos varios. Algunos de ellos están descriptos con más detalle que otros, que simplemente han sido nombrados o participan poco de la acción, pero todos representan roles  familiares para el lector. La tía de Lucía, Dora Serrano, escritora y cuentacuentos  caracterizada como bajita y redonda, con pelo color rojo y rizado y de ojos verdes. Otras hadas  como Fermina quién con su experiencia, confía a Roberta la tarea de ayudar a Lucía y  su amiga Filomena,  otra hada experimentada.  Aparece Luna la gata blanca, de pelo largo,  y enormes ojos azules. La madre de Lucía y doña Gertrudis, la profesora, de quienes no tenemos detalles y otros niños, compañeros de clase: Tomás que se mete con Lucía todo el tiempo,   y Sócrates que es  el empollón de la clase. Más adelante conocemos    los jefes del  equipo de fútbol sala: Santi, Cristóbal, Julia y a  Doña  Flora, la bibliotecaria,  que es una señora mayor,   que sabe mucho de libros,  dulce y alegre, que cuenta cuentos con entusiasmo contagioso y voz melosa,  a pesar de ser un poco gruñona a veces.
Si tenemos en cuenta los valores y contravalores presentados en el libro destaca el de  la superación personal.  No se puede ser lo que no se es y queda expresado de distintas maneras incluso en pequeñas estrofas como ésta:

p.83
Se mira, y no se disgusta
por delante y por detrás.
Y así, cuánto más se gusta,
más le gusta a los demás.

Para entender  mejor cómo se adaptan los valores y contravalores expuestos en el libro tomamos del punto de vista de Piaget, quien sostiene que   en esta etapa de operaciones concretas    el niño va a adaptar su comportamiento  a las condiciones objetivas de la realidad exterior  y esto contribuirá a modificar la susceptibilidad emocional. El desarrollo cognitivo amplía la capacidad de percepción de situaciones nuevas y los motivos de cólera se hacen más abstractos. La estructura emocional está muy condicionada por las presiones ejercidas por el medio social y cultural que vive el niño. El estímulo  al ridículo o a situaciones sociales nuevas funciona con mayor fuerza. Se puede ejemplificar esto con el incidente que Lucía vive en la biblioteca, cuando la bibliotecaria le llama la atención por no hacer silencio, la niña se pone roja de vergüenza, amarilla de disgusto y verde de rabia (p.67-68) porque al final la echan  y sus amigos se burlan de ella.
A esta edad se aprende a inhibir la cólera que  queda reducida a una manifestación verbal, si acaso. Lucía vive inmersa en esa vorágine de sentimientos.
El niño descubre matices más finos en el gozo emocional, como la capacidad de emocionarse en situaciones estéticas y éticas. Las emociones se racionalizan, adquieren consistencia y se estabilizan. En nuestra historia, Lucía y sus compañeros de clase aplauden a rabiar cuando la tía Dora les cuenta uno de sus cuentos.
Bandura (1977), en Justicia 1989 p. 308,  postula en cuanto al aprendizaje social, que el individuo no sólo reacciona ante la estimulación ambiental sino que también reflexiona sobre ella, es decir responde a la estimulación en función del significado que se le otorga a dicha estimulación. El aprendizaje social tiene éstas características, ocurre sin necesidad de instrucción previa, con relativa rapidez y se ejecuta siguiendo un modelo cuya influencia perdura más allá del momento en el que ocurre. Muchas conductas se aprenden por este procedimiento incluso comportamientos sociales y afectivos. Si aplicamos la teoría a nuestra historia, el espejo en el cual se mira  Lucía, su admirada tía, con quien comparte  parecido físico y también aficiones,  es el modelo a seguir. Así la niña entiende que no debe dejar de ser ella misma para conseguir que los demás la respeten y la acepten.

El lenguaje utilizado está marcado por el  estilo humorístico. Esto se ve reflejado en el uso de  exageraciones. La mezcla con la fantasía es otro acierto de la  autora para con el grupo de lectores al que se dirige el libro. El texto fluye con algunas  digresiones, como referencias al fútbol, que  no dificultan  el hilo de la acción y le permiten al lector  entender fácilmente como progresa la acción hacia el clímax y la resolución del conflicto.
También se intercalan referencias culturales a cuentos clásicos europeos, que se corresponden con los intereses propios de la edad.  Entre ellos se mencionan las historias de  El príncipe sapo, Caperucita Roja, La Bella Durmiente, Blancanieves y los siete enanitos, El flautista de Hamelín, Aladino, Los tres cerditos, La ratita presumida.
Si analizamos  las figuras literarias como ejemplos de estilo encontramos muchas y muy variadas. En cuanto a este detalle conviene aclarar que  no se pretende aquí que los lectores sean quienes lo analicen y entiendan, algo que estará muy lejos de sus posibilidades, sino que  disfruten de la calidad y riqueza del vocabulario y de los recursos utilizados por la autora. Citamos algunos:
Adjetivación, p. 15 … Roberta era un hada pequeñita…. Con su pelo tieso y colorado la cara salpicada de burlonas pecas y una sonrisa alegre…es que Roberta era un hada muy soñadora.
Aliteración: p. 82 saludó  muy vivaracha,
                                a un elegante elefante
                                que, al verla con esa facha
                                pegó un grito espeluznante.
Comparación: p.8… su gata era blanca, como una luna llena…
Metáforas: p.27.. me ha tocado una ahijada que parece una reproducción en miniatura de las cataratas del Niágara.
p.70…pero tenía una voz melosa que acariciaba y, de vez en cuando, tintineaba…                   
Estructuras paralelísticas:
 p.19 cuando llegó el momento, en vez de decir:
Que este sapo repugnante
se convierta en un instante
en un príncipe elegante.
Roberta dijo:
Que este sapo repugnante
se convierta en un instante
en un enorme elefante.
p.26… que sí, que soy un hada de los pies a la cabeza. No soy una alucinación, ni un sueño, ni un espejismo…                          
Hiperbóles: p.8 … un día Lucía volvió a su casa hecha un mar de lágrimas…
 p.11…No he comido nada durante todo el día y los ruidos de mis tripas se escuchan hasta en Marte…
p.32 …tengo un hambre tan atroz que sería capaz de comerme un    camello en salsa verde.
Enumeración: p.76…No tardaron ni media hora en ducharse, vestirse, desayunar, preparar la mochila y encaminarse hacia el colegio.
El vocabulario es simple, cercano, familiar  pero elegido cuidadosamente para expresar sentimientos y describir situaciones cotidianas que además   está  enriquecido con el uso de rimas
Como ejemplo del vocabulario y claridad de estructura gramaticales y la aportación desde la función poética cito parte del cuento que tía Dora elige para la clase de Lucía, págs. 79 a 83
La elefanta Rita
Rita se miró al espejo
de plata de la laguna;
mas cuando vio su reflejo,
no le hizo gracia, ¡ninguna!

No me gusta lo que veo:
Tengo orejas de abanico,
un tipo la mar de feo
nariz de metro y pico.

Hay una cebra muy bella
que sale en televisión.
quiero parecerme a ella
para gustar un montón.”

Rita se puso a hacer dieta,
adelgazó siete tallas
y se pintó, muy coqueta,
toda enterita de   rayas.

Creyó que ya estaba lista;
mas vio una avestruz hermosa
Famosa en una revista,
Cubierta de plumas rosa.

“La avestruz es una estrella,
Tiene un éxito rotundo.
Yo quiero ser como ella
y gustarle a todo el mundo.”

Rita se colocó un rabo
Grande, plumoso y perfecto;
Se paseó como un pavo,
Luciendo su nuevo aspecto.

Saludó muy vivaracha
a un elegante elefante
que, al verla con esa facha,
Pegó un grito espeluznante.

Y Rita perdió la calma:
“¿Qué le habrá pasado a Emilio,
Que era mi amigo del alma
Y ha huido pidiendo auxilio?.”

Rita no entendía nada
y se sentó en la laguna,
llorando muy apenada,
bajo la luz de la luna.

Mientras lloraba y lloraba,
Le llegó desde el bancal
Una voz que le sonaba
A música celestial.

Era Emilio el elefante,
que repuesto ya del susto,
vino a verla cuanto antes
Y le habló desde un arbusto.

“Rita, eres la más hermosa
Desde el lago a la marisma.
Serás de nuevo preciosa
Si vuelves a ser tú misma.”
Para concluir, pienso que el libro es una excelente elección y me reafirmo en la idea de que es adecuado para disfrutar con niños de entre 8 y 9 años. Tiene componentes atractivos para los lectores: el tema interesa, la historia  comienza en las primeras páginas y tiene mucho ritmo.  Al empezar a leer  estamos  inmersos de lleno en las desventuras de Lucía y las aventuras de Roberta. La situación está claramente planteada y el escenario de la acción es familiar. Es fácil sentirse identificado con Lucía, el personaje principal, que siente las mismas emociones que cualquier niño de esa edad tristeza, soledad, aislamiento porque es diferente físicamente y tiene   intereses que no son tan frecuentes en niños de su edad pero que poco a poco entiende que no debe   intentar ser como los demás para ganarse el respeto y la admiración sino que al contrario debe ser tal y como es.
Este libro tiene varias aristas y podríamos sacarle   provecho como  instrumento didáctico   para  dialogar sobre el tema  o los valores que encontramos en él.  Sin embargo, al hacerlo, desperdiciaríamos una oportunidad de gozar de una exquisita  lectura. Desde un punto de vista literario, es un libro para disfrutar que combina narración con poesía y que deleita con rimas.  
Webgrafía
Bibliografía
Apuntes de clase.
Cubells, Francisco Evolución de los intereses del niño en relaciñon con la literatura.
Características de los cuentos según la edad y etapa del desarrollo lector. Centro de Orientación de Lectura. MEC. Años 90
Mayor, Juan et al. Psicología evolutiva. Madrid, Anaya, 1989
Justicia Justicia, Fernando Desarrollo del aprendizaje. Capítulo 14 p.296 en Psicología Evolutiva, Mayor et al.






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