23 junio, 2016

Artículo final sobre la educación literaria en Educación Primaria

Artículo final

  En este artículo detallaré los aspectos más importantes de cada bloque en los que se divide la asignatura e intentaré  relacionarlos  con conocimientos previos, mi experiencia personal y  lo observado  en las prácticas, a la vez que intentaré  esbozar cómo aplicar lo aprendido, teniendo en cuenta algunas    experiencias  vividas.
Al inicio de curso me sorprendió gratamente el planteamiento novedoso y ameno de  la asignatura  que está claramente estructurada y  planificada, con una metodología innovadora como es la creación y el uso de un blog como un instrumento de aprendizaje cooperativo y  que  me permitió compartir ideas y corregir errores. Debo reconocer que al principio, la parte tecnológica supuso un obstáculo en mi aprendizaje que logré sortear con  tiempo y esfuerzo.  
La asignatura está organizada en cinco bloques temáticos. En el  bloque I se plantea una visión general de la literatura, evolución histórica    y el surgimiento e identificación de nuevas formas de literatura como  la infantil y la juvenil y la paraliteratura con características propias que se desarrollan entre los años 70 y 90, que abarca estilos más modernos como el cómic, la novela policíaca, la novela de aventuras  que se  alejan de los cánones  tradicionales y cuyo objetivo es un lector infantil protagonista de las historias.  Por lo tanto resulta indispensable  relacionar   el contenido literario de cada obra con la madurez psicológica del pequeño lector.  En este bloque   se resaltan los beneficios de trabajar con una literatura de calidad en sus diferentes manifestaciones ya sean narraciones, teatro o poesía porque siempre ofrecerán al niño  una forma de entretenimiento que le descubrirá su propia imaginación y enriquecerá su mundo al  conducirlo  hacia  la reflexión y el juego fantástico a la vez que fomentan la organización personal de la palabra y la estructuración mental.
Me gustaría referirme en particular a la declamación como una actividad a incluir en nuestra práctica docente ya que ayuda a  mejorar la expresión, la memorización, la postura, la dicción y  la pérdida de miedo al escenario,  ganando seguridad en uno mismo. Habilidades comunicativas deseables de desarrollar  y de gran utilidad en un mundo como el de hoy,   que da gran valor a la comunicación.
Tengo la experiencia de haber tomado clases cuando  tenía seis o siete años. (adjunto algunas fotos)   Era una niña muy tímida y me costaba mucho expresarme, más aún en público, pero  disfrutaba de la lectura, de la rima de los poemas, del juego de las palabras, además   tenía facilidad para memorizar. Recuerdo que el miedo que con frecuencia  me paralizaba si tenía que dirigirme a desconocidos, desaparecía mientras recitaba en público.    






La práctica propuesta para este  bloque nos enfrenta a la que será nuestra realidad como docentes,  seleccionar buenos libros para que nuestros alumnos lean. En un primer momento disfruté mucho de la actividad porque pude analizar un libro en detalle. Sin embargo, mi  trabajo fue demasiado literario y cometí algunos fallos, omitiendo el comentario de la adecuación a los receptores como luego me indicaron. Destacaré de las correcciones de mis compañeros la precisión a la hora de marcar los puntos más débiles de mi trabajo y el valor de  sus contribuciones a la hora de aportar sugerencias.
El bloque II sobre textos folclóricos, como seleccionarlos y  como adaptarlos  me pareció mucho más sensible. El libro de Ana Pelegrín,  sugerido en el material complementario,  me llegó profundamente por la manera en la que expresa  el gusto por la narración oral.   También me sirvió para recordar que la vida se hace de pequeños momentos y no de obligaciones contra reloj, aunque lamentablemente siempre haya un sonido de alarma que te despierte de un sueño. Me parece interesante destacar que los textos folclóricos no son para leer sino para contar y que la selección del material es fundamental para disfrutar de la literatura como si fuese un juego.
En este bloque he aprendido la importancia del uso de los cuentos como instrumento  de comunicación verbal  para el desarrollo mental no sólo del niño  sino también del adulto. También el interés pedagógico de estimular la fantasía y la imaginación del niño  que lo acerca a la lectura. Bettelheim, desde un punto de vista psicológico  asegura que los relatos orales infantiles ayudan a los niños a conocerse y explicarse el mundo.
En este bloque recordé el placer que se siente por el simple hecho de contar por contar. Por supuesto, depende del contador crear el ambiente de misterio para que los niños  queden ensimismados con  la historia.  Aquí hay que destacar la necesidad de encontrar un tiempo y un espacio para contar historias y la recomendación de no intervenir o insistir en la comprensión y /o el mensaje que cada uno de nosotros  encuentra en las  historias,   sino que  serán los oyentes quienes   reflexionen y extraigan sus conclusiones.  Es nuestra responsabilidad como adultos no  dejar perder el cuento folclórico narrado. En este punto podemos añadir una nueva perspectiva que se incorpora a la realidad escolar que es el mayor conocimiento de Europa y sus estados. La literatura folclórica   es una oportunidad para acercar a los pueblos.
La adaptación del cuento Todo tipo de Pieles supuso un trabajo de análisis de elementos, y un ejercicio de reflexión y de creatividad. No fue una tarea sencilla ya que era consciente de la necesidad de mantener el placer por escuchar la historia al ser contada  y mantener la atemporalidad.
Me permito   aquí   incluir una experiencia personal en la que trabajando con historias muy breves, relaté un cuento  corto  a un grupo de niños. Aquella primera vez, y para mi sorpresa,  los niños   aplaudieron espontáneamente al finalizar la historia, porque se habían sentido emocionados por lo que se había contado y  por cómo lo había hecho. He repetido la narración varias veces a lo largo de mi  práctica docente y el resultado ha sido siempre  el mismo, un aplauso cargado de distintos sentimientos: emoción, implicación, satisfacción. 
En cuanto al teatro de títeres,  es una pena que, como ocurre actualmente, se lo  limite sólo  a   niños y más bien pequeños, olvidándonos de que todos podemos disfrutar de él, incluso los adultos.
Quiero reivindicar  el valor de las representaciones teatrales en clase, ya que   he tenido la oportunidad de participar de la puesta en escena de   obras de teatro en el ámbito escolar.  He participado  también en la adaptación y elaboración del texto para los niños de clase. En  varias oportunidades hubo que hacer adaptaciones para niños con necesidades  especiales.  Y debo admitir que fue siempre un gran desafío, mucho trabajo y una gran responsabilidad pero en todas las ocasiones valió la pena el esfuerzo.
En mi opinión y sin olvidar todos los comentarios positivos que se hacen en la parte teórica de la asignatura, las representaciones teatrales brindan cohesión al grupo. Los aspectos positivos superan holgadamente a los aspectos más complicados. En general los logros que se obtienen son de variada índole y relacionados con el crecimiento personal y las habilidades: todos colaboran entregados, ofreciendo lo mejor de cada uno de ellos, por un resultado final, que es la representación. Existe también un componente lúdico que facilita el proceso. Otro aspecto a destacar es  la relevancia del público como audiencia que debe aprender   a valorar el esfuerzo de sus compañeros y  a desarrollar sentido crítico. Se trabaja desde el respeto y se aprende a  escuchar,  a valorar,  a aplaudir, a expresar opiniones. Por lo tanto, creo que debemos  devolver al teatro el lugar que le corresponde en nuestras aulas.
En el  bloque III  se trata a la literatura como  comunicación y arte creado por el hombre para que él lo disfrute.  Se proponen actividades para educar  no sólo literalmente a los alumnos sino también darles un bagaje cultural que complementa su formación.  Es, sin duda, la más entretenida y dinámica  de las actividades porque se pueden  combinar recursos externos al centro con  actividades creativas y  a  la vez fomentan la lectura.
El bloque IV nos  recuerda que nuestro objetivo como profesores debe ser principalmente el  leer por placer y cómo  desarrollarlo. Me han llamado la atención   del material de lectura complementario  los comentarios y   sugerencias  de Francesco Tonucci, que desde una visión realista pero  más bien negativa,  señala varios errores en los que incurre la escuela que  aniquila el gusto por la lectura. Personalmente, creo que no podemos descargar en la escuela toda la responsabilidad de fallar en el intento de desarrollar el placer por  leer. Creo que podemos ayudar en crear tiempo y ambiente para esa lectura por placer.
Este año he participado de una propuesta innovadora en el centro donde trabajo. Se  decidió destinar   quince minutos diarios  a leer por placer, un libro de libre elección, del que no debe completarse ficha ni trabajarse en clase.   He  observado como a lo largo del año, los niños han hecho de esta rutina un hábito en el que disfrutan de tiempo en silencio, comparten opiniones sobre los libros que leen, se sienten atraídos por lo que leen, están motivados y en definitiva disfrutan, que es nuestro objetivo.
De mi experiencia personal rescato varias ocasiones en las que  por interés personal y  por trabajo, he presenciado  sesiones de animación a la lectura. En éstos casos la animación se trabajó como colofón a la lectura del libro. En una sesión de cuarenta minutos una animadora, que no la maestra, lograba conectar con los   lectores  de 9 años, rescatando pequeños detalles de la historia. Los niños participaban activamente y  podían responder a todos los desafíos que se les planteaban entusiasmados.
Resulta  inevitable   sentirme muy  identificada con las situaciones descriptas por Daniel Pennac en su libro Como una novela, según describe la experiencia del descubrimiento de la lectura. De pequeña, me gustaba que me regalaran libros. Me dejaba llevar por la imaginación a mundos desconocidos, sobre todo novelas históricas, a la hora de la siesta, cuando todo era silencio y los demás dormían.  Ya  en la adolescencia el gusto por leer fue dando paso a leer por obligación y analizar, subrayar,  resumir, tal y como lo describe el autor.  En la  juventud, la presión de las fechas y el número de páginas fue poco a poco alejándome de aquel placer.  Aun así,  hoy ya en la adultez, me gusta leer y  me gustan los libros. Me gusta  hojearlos, leerlos a trozos, releerlos, disfrutar de los dibujos, los colores, el solo hecho de saber que cada libro esconde un tesoro por descubrir me invade. Me gusta compartirlos,  comprarlos, regalarlos a mis hijas y a sus amigos.
Como futura profesora me gustaría interpretar al pie de la letra las palabras de Pennac para ser capaz de transmitir el placer por la lectura y ser capaz de dejar una huella en mis alumnos.
El bloque V presenta  la creación literaria en prosa, en verso y dramática  y cómo iniciar a nuestros alumnos en  este proceso. La más difícil de las tareas pero a la vez, en mi opinión, la más gratificante. Es por eso que  debemos incorporar estrategias de creación, juegos secuenciados, creación guiada y creación autónoma  a nuestras actividades diarias de forma lúdica para fomentar la creatividad, valorar la espontaneidad, sencillez y candidez de los niños en la etapa en la que la imaginación es prolífica y no está restringida por las normas. Y alejarlos de la idea de que crear un texto de calidad es algo destinado sólo a los grandes talentos sino que se  puede aprender y disfrutar.  Además, como profesionales sabemos que  se desarrollarán habilidades lingüísticas  junto con la atención, la paciencia, la estructuración mental,  y el razonamiento lógico. Y  como principal objetivo debemos aspirar a la calidad de la creación y no a la cantidad o inmediatez.
   Como reflexión final y después de haber leído el libro de Ana Pelegrín o el de Pennac o lo sugerido por    Bettelheim me  pregunto  ¿ por qué  como miembros de la sociedad, padres, profesores, pedagogos, políticos hacemos oídos sordos a las advertencias de expertos como ellos y somos incapaces de revertir situaciones que llevan mucho tiempo funcionando mal y para las cuáles tenemos posibles soluciones como por ejemplo no aniquilar el placer lector?
Una pregunta más, ¿cómo convertir todo lo aprendido en realidad? Sabemos que se producen cambios rápidos y se cometen fallos en la enseñanza   literaria.  Muchos se han tomado el tiempo de analizarlos, criticarlos y proponer alternativas. Contamos con ellas y con las nuevas metodologías que se adaptan a nuestra realidad. Parece una tarea abrumadora, pero no lo será tanto si somos ambiciosos en nuestras metas pero hacemos un trabajo minucioso, graduado, bien planificado, adaptado a los intereses de los niños y a su etapa evolutiva y asumimos que será una tarea que llevará tiempo.   Una buena sugerencia  sería tener a mano un  buen libro que nos infunda positivismo en esos momentos en que nuestras fuerzas flaquearán dando lugar al desánimo.

Bibiliografía

Bettelheim, Bruno. Psicoanálisis de los cuentos de hadas. Barcelona, Drakontos,1994

Pelegrín, Ana. La Aventura de oír. Cincel.1981

Pennac, Daniel Como una novela. Barcelona, Anagrama, 1992 

Tonucci, Francesco. El nacimiento del lector



  

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