Artículo final
En este artículo detallaré
los aspectos más importantes de cada bloque en los que se divide la asignatura
e intentaré relacionarlos con conocimientos previos, mi experiencia
personal y lo observado en las prácticas, a la vez que intentaré
esbozar cómo aplicar lo aprendido, teniendo en cuenta algunas experiencias vividas.
Al inicio de curso me sorprendió gratamente el planteamiento novedoso y
ameno de la asignatura que está claramente estructurada y planificada, con una metodología innovadora como
es la creación y el uso de un blog como un instrumento de aprendizaje
cooperativo y que me permitió compartir ideas y corregir errores.
Debo reconocer que al principio, la parte tecnológica supuso un obstáculo en mi
aprendizaje que logré sortear con tiempo
y esfuerzo.
La asignatura está organizada en cinco bloques temáticos. En el bloque
I se plantea una visión general de la literatura, evolución histórica y el surgimiento e identificación de nuevas
formas de literatura como la infantil y
la juvenil y la paraliteratura con características propias que se desarrollan
entre los años 70 y 90, que abarca estilos más modernos como el cómic, la
novela policíaca, la novela de aventuras que se alejan de los cánones tradicionales y cuyo objetivo es un lector
infantil protagonista de las historias. Por
lo tanto resulta indispensable relacionar
el contenido literario de cada obra con
la madurez psicológica del pequeño lector. En este bloque se
resaltan los beneficios de trabajar con una literatura de calidad en sus
diferentes manifestaciones ya sean narraciones, teatro o poesía porque siempre
ofrecerán al niño una forma de
entretenimiento que le descubrirá su propia imaginación y enriquecerá su mundo
al conducirlo hacia la reflexión y el juego fantástico a la vez
que fomentan la organización personal de la palabra y la estructuración mental.
Me gustaría referirme en particular a la declamación como una actividad a
incluir en nuestra práctica docente ya que ayuda a mejorar la expresión, la memorización, la
postura, la dicción y la pérdida de miedo
al escenario, ganando seguridad en uno
mismo. Habilidades comunicativas deseables de desarrollar y de gran utilidad en un mundo como el de
hoy, que da gran valor a la
comunicación.
Tengo la experiencia de haber tomado clases cuando tenía seis o siete años. (adjunto algunas fotos) Era una niña muy tímida y me costaba mucho
expresarme, más aún en público, pero disfrutaba de la lectura, de la rima de los
poemas, del juego de las palabras, además tenía
facilidad para memorizar. Recuerdo que el miedo que con frecuencia me paralizaba si tenía que dirigirme a
desconocidos, desaparecía mientras recitaba en público.
La práctica propuesta para este
bloque nos enfrenta a la que será nuestra realidad como docentes, seleccionar buenos libros para que nuestros
alumnos lean. En un primer momento disfruté mucho de la actividad porque pude
analizar un libro en detalle. Sin embargo, mi trabajo fue demasiado literario y cometí
algunos fallos, omitiendo el comentario de la adecuación a los receptores como
luego me indicaron. Destacaré de las correcciones de mis compañeros la
precisión a la hora de marcar los puntos más débiles de mi trabajo y el valor
de sus
contribuciones a la hora de aportar sugerencias.
El bloque II sobre textos
folclóricos, como seleccionarlos y como
adaptarlos me pareció mucho más sensible.
El libro de Ana Pelegrín, sugerido en el
material complementario, me llegó
profundamente por la manera en la que expresa
el gusto por la narración oral. También me sirvió para recordar que la vida se
hace de pequeños momentos y no de obligaciones contra reloj, aunque
lamentablemente siempre haya un sonido de alarma que te despierte de un sueño. Me
parece interesante destacar que los textos folclóricos no son para leer sino
para contar y que la selección del material es fundamental para disfrutar de la
literatura como si fuese un juego.
En este bloque he aprendido la importancia del uso de los cuentos como
instrumento de comunicación verbal para el desarrollo mental no sólo del niño sino también del adulto. También el interés
pedagógico de estimular la fantasía y la imaginación del niño que lo acerca a la lectura. Bettelheim, desde
un punto de vista psicológico asegura
que los relatos orales infantiles ayudan a los niños a conocerse y explicarse
el mundo.
En este bloque recordé el placer que se siente por el simple hecho de
contar por contar. Por supuesto, depende del contador crear el ambiente de
misterio para que los niños queden
ensimismados con la historia. Aquí hay que destacar la necesidad de
encontrar un tiempo y un espacio para contar historias y la recomendación de no
intervenir o insistir en la comprensión y /o el mensaje que cada uno de
nosotros encuentra en las historias,
sino que serán los oyentes quienes reflexionen y extraigan sus
conclusiones. Es nuestra responsabilidad
como adultos no dejar perder el cuento
folclórico narrado. En este punto podemos añadir una nueva perspectiva que se
incorpora a la realidad escolar que es el mayor conocimiento de Europa y sus
estados. La literatura folclórica es
una oportunidad para acercar a los pueblos.
La adaptación del cuento Todo tipo de Pieles supuso un
trabajo de análisis de elementos, y un ejercicio de reflexión y de creatividad.
No fue una tarea sencilla ya que era consciente de la necesidad de mantener el
placer por escuchar la historia al ser contada
y mantener la atemporalidad.
Me permito aquí incluir una experiencia personal en la que
trabajando con historias muy breves, relaté un cuento corto a
un grupo de niños. Aquella primera vez, y para mi sorpresa, los niños aplaudieron espontáneamente al finalizar la
historia, porque se habían sentido emocionados por lo que se había contado y por cómo lo había hecho. He repetido la
narración varias veces a lo largo de mi práctica docente y el resultado ha sido
siempre el mismo, un aplauso cargado de
distintos sentimientos: emoción, implicación, satisfacción.
En cuanto al teatro de títeres, es una pena que, como ocurre actualmente, se
lo limite sólo a niños y más bien pequeños, olvidándonos de que
todos podemos disfrutar de él, incluso los adultos.
Quiero reivindicar el valor de las
representaciones teatrales en clase, ya que
he tenido la oportunidad de participar de la puesta en escena de obras de teatro en el ámbito escolar. He participado
también en la adaptación y elaboración del texto para los niños de clase.
En varias oportunidades hubo que hacer
adaptaciones para niños con necesidades especiales. Y debo admitir que fue siempre un gran
desafío, mucho trabajo y una gran responsabilidad pero en todas las ocasiones
valió la pena el esfuerzo.
En mi opinión y sin olvidar todos los comentarios positivos que se hacen en
la parte teórica de la asignatura, las representaciones teatrales brindan
cohesión al grupo. Los aspectos positivos superan holgadamente a los aspectos
más complicados. En general los logros que se obtienen son de variada índole y
relacionados con el crecimiento personal y las habilidades: todos colaboran
entregados, ofreciendo lo mejor de cada uno de ellos, por un resultado final,
que es la representación. Existe también un componente lúdico
que facilita el proceso. Otro aspecto a destacar es la relevancia del público como audiencia que
debe aprender a valorar el esfuerzo de
sus compañeros y a desarrollar sentido
crítico. Se trabaja desde el respeto y se aprende a escuchar, a valorar, a aplaudir, a expresar opiniones. Por lo
tanto, creo que debemos devolver al teatro
el lugar que le corresponde en nuestras aulas.
En el bloque III se trata a la literatura como comunicación y arte creado por el hombre para
que él lo disfrute. Se proponen
actividades para educar no sólo
literalmente a los alumnos sino también darles un bagaje cultural que
complementa su formación. Es, sin duda,
la más entretenida y dinámica de las
actividades porque se pueden combinar
recursos externos al centro con
actividades creativas y a la vez fomentan la lectura.
El bloque IV nos recuerda que nuestro objetivo como profesores
debe ser principalmente el leer por placer y cómo desarrollarlo. Me han llamado la atención del
material de lectura complementario los
comentarios y sugerencias de Francesco Tonucci, que desde una visión
realista pero más bien negativa, señala varios errores en los que incurre la
escuela que aniquila el gusto por la lectura.
Personalmente, creo que no podemos descargar en la escuela toda la
responsabilidad de fallar en el intento de desarrollar el placer por leer. Creo que podemos ayudar en crear tiempo
y ambiente para esa lectura por placer.
Este año he participado de una propuesta innovadora en el centro donde
trabajo. Se decidió destinar quince minutos diarios a leer por placer, un libro de libre elección,
del que no debe completarse ficha ni trabajarse en clase. He
observado como a lo largo del año, los niños han hecho de esta rutina un
hábito en el que disfrutan de tiempo en silencio, comparten opiniones sobre los
libros que leen, se sienten atraídos por lo que leen, están motivados y en
definitiva disfrutan, que es nuestro objetivo.
De mi experiencia personal rescato varias ocasiones en las que por interés personal y por trabajo, he presenciado sesiones de animación a la lectura. En éstos
casos la animación se trabajó como colofón a la lectura del libro. En una
sesión de cuarenta minutos una animadora, que no la maestra, lograba conectar
con los lectores de 9 años, rescatando pequeños detalles de la
historia. Los niños participaban activamente y
podían responder a todos los desafíos que se les planteaban
entusiasmados.
Resulta inevitable sentirme
muy identificada con las situaciones
descriptas por Daniel Pennac en su libro Como una novela, según describe la
experiencia del descubrimiento de la lectura. De pequeña, me gustaba que me
regalaran libros. Me dejaba llevar por la imaginación a mundos desconocidos,
sobre todo novelas históricas, a la hora de la siesta, cuando todo era silencio
y los demás dormían. Ya en la adolescencia el gusto por leer fue
dando paso a leer por obligación y analizar, subrayar, resumir, tal y como lo describe el autor. En la juventud, la presión de las fechas y el número
de páginas fue poco a poco alejándome de aquel placer. Aun así, hoy ya en la adultez, me gusta leer y me gustan los libros. Me gusta hojearlos, leerlos a trozos, releerlos,
disfrutar de los dibujos, los colores, el solo hecho de saber que cada libro
esconde un tesoro por descubrir me invade. Me gusta compartirlos, comprarlos, regalarlos a mis hijas y a sus
amigos.
Como futura profesora me gustaría interpretar al pie de la letra las
palabras de Pennac para ser capaz de transmitir el placer por la lectura y ser
capaz de dejar una huella en mis alumnos.
El bloque V presenta la creación literaria en prosa, en verso y
dramática y cómo iniciar a nuestros
alumnos en este proceso. La más difícil
de las tareas pero a la vez, en mi opinión, la más gratificante. Es por eso que
debemos incorporar estrategias de
creación, juegos secuenciados, creación guiada y creación autónoma a nuestras actividades diarias de forma lúdica
para fomentar la creatividad, valorar la espontaneidad, sencillez y candidez de
los niños en la etapa en la que la imaginación es prolífica y no está
restringida por las normas. Y alejarlos de la idea de que crear un texto de
calidad es algo destinado sólo a los grandes talentos sino que se puede aprender y disfrutar. Además, como profesionales sabemos que se desarrollarán habilidades lingüísticas junto con la atención, la paciencia, la estructuración
mental, y el razonamiento lógico. Y
como principal objetivo debemos aspirar
a la calidad de la creación y no a la cantidad o inmediatez.
Como reflexión final y después de haber leído el libro de Ana Pelegrín o el
de Pennac o lo sugerido por Bettelheim me pregunto ¿ por qué
como miembros de la sociedad, padres, profesores, pedagogos, políticos hacemos
oídos sordos a las advertencias de expertos como ellos y somos incapaces de
revertir situaciones que llevan mucho tiempo funcionando mal y para las cuáles
tenemos posibles soluciones como por ejemplo no aniquilar el placer lector?
Una pregunta más, ¿cómo convertir todo lo aprendido en realidad? Sabemos
que se producen cambios rápidos y se cometen fallos en la enseñanza literaria. Muchos se han tomado el tiempo de
analizarlos, criticarlos y proponer alternativas. Contamos con ellas y con las
nuevas metodologías que se adaptan a nuestra realidad. Parece una tarea
abrumadora, pero no lo será tanto si somos ambiciosos en nuestras metas pero
hacemos un trabajo minucioso, graduado, bien planificado, adaptado a los
intereses de los niños y a su etapa evolutiva y asumimos que será una tarea que
llevará tiempo. Una buena
sugerencia sería tener a mano un buen libro que nos infunda positivismo en esos
momentos en que nuestras fuerzas flaquearán dando lugar al desánimo.
Bibiliografía
Bettelheim, Bruno. Psicoanálisis de los cuentos de hadas. Barcelona, Drakontos,1994
Pelegrín, Ana. La Aventura de oír. Cincel.1981
Pennac, Daniel Como una novela. Barcelona, Anagrama, 1992
Tonucci, Francesco. El nacimiento del lector
Es un buen artículo.
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